¿QUIÉN SOY?
por Kerry A. Olson
Desde hace tiempo no veo a mi familia…
padre, madre, hermanos y hermanas.
Desde hace tiempo no camino por las calles conocidas que se dirigen
a mi casa…,
de hecho, no tengo una casa.
Desde hace tiempo no pruebo la comida exquisita de mi país…
tacos, tamales, tortas..., ni siquiera una tortilla.
Desde hace tiempo no recibo un cheque cada día quince y último
del mes…
pues, es Dios quien suple soberanamente mi necesidades.
Desde hace tiempo alabo a mi Dios en medio de la congregación…
Sí, pues me ha enseñado que donde hay dos o tres reunidos,
Él está presente.
Desde hace tiempo experimento el gozo de una cosecha espiritual…
pues, estoy donde estoy para sembrar.
Los resultados están en Sus manos.
¿Quién soy?... un misionero.
Y si me preguntas si anhelo hacer otra cosa en la vida, mi respuesta
es un inequívoco NO, porque soy un discípulo de Aquel
que, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual
a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó
voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose
semejante a los seres humanos. Y al manifestarse como hombre, se humillo
a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte
de cruz! (Filipenses 1:6-8)
Sí, desde hace tiempo pienso...
¡Vale la pena ser “quien soy” porque estoy contribuyendo
a la eternidad y ayudando a terminar la obra que Él me ha encomendado!