EL PODER DE LA ORACIÓN
Anónimo
Contó un misionero la siguiente historia visitando a su congregación
local. Mientras él servía en un pequeño hospital
en una aldea Africana, le era necesario viajar en bicicleta cada dos
semanas a otro pueblo para comprar más medicamentos para su
botiquín. El pueblo quedaba a dos días de distancia,
así que tenía que acampar a la mitad del camino en cada
viaje.
En uno de estos viajes, llegó al pueblo para comprar medicamentos
y así regresar a su aldea, cuando encontró a dos hombres
peleándose; uno de ellos fue gravemente herido. El misionero
atendió al hombre herido, le testificó de Jesucristo
y regresó a su aldea.
Dos semanas después en otro viaje, encontró al mismo
hombre a quien le había ministrado. El hombre confesó
al misionero que en su último viaje al pueblo, él y
5 amigos habían planeado robarle y matarlo en el punto intermedio,
pero se asustaron cuando vieron que iba con 26 "guardaespaldas".
El misionero riéndose, le aseguraba que esto no era posible
porque siempre iba sólo, pero el hombre insistió. "
¡No! éramos 6 en total y sí contábamos
26 junto con usted. Tuvimos miedo y no le hicimos nada por esto. "
En este momento, un hombre de la congregación se puso de pie
e interrumpiéndolo preguntó, " ¿En que fecha
fue? El misionero respondió " En tal fecha. " El
señor dijo, " En esa misma noche, aquí en América
era de mañana y yo iba a jugar golf. Al comenzar el juego,
sentí una carga tan fuerte de interceder por usted. Era tan
fuerte que llamé a varios hombres de nuestra congregación
para reunirnos y orar. Quisiera que se pongan de pie todos los hombres
que oraron aquél día." Los que oraron en ese día
se pusieron de pie. El misionero no le interesaba quiénes oraron
precisamente, estaba tan ocupado contándolos... ¡Eran
26!