UNA PARÁBOLA SOBRE LA PESCA
por John Drescher
Una vez, hace poco, existía un grupo que se llamaban los “Pescadores”.
Había en aquel entonces muchos peces en las aguas. Semana tras
semana, mes tras mes, año tras año, los que se llamaban
los “Pescadores” se reunían para compartir sobre
su llamado a pescar, la abundancia de los peces, y las estrategias
de cómo capturarlos.
Los “Pescadores” construyeron edificios grandes y bellos
donde reunirse. Siempre animaban a la gente sobre la gran importancia
y necesidad de ser “pescadores”, ¡pero nadie pescaba!
En adición a los bellos y grandes edificios, se formaron juntas
misioneras para enviar algunos “Pescadores” a lugares
donde había muchos peces pero no había quien los pescara.
Las juntas se conformaron de “pescadores” de mucho conocimiento
sobre cómo y dónde pescar; tenían mucha visión
en la promoción de pescar en otros lugares.
También construyeron centros de entrenamiento, muy costosos
donde entrenar más “Pescadores”. Ofrecieron cursos
sobre las necesidades de los peces, la naturaleza de los peces, las
reacciones psicológicos de los peces, cómo acercarse
a ellos, cómo alimentarles, etc.
Enviaron muchos graduados y licenciados hasta aguas lejanas. Salieron
bastantes, dejando casa y familia para obedecer el llamado.
Pero, como los “pescadores” en sus propios pueblos, ¡nunca
pescaron! Como los “Pescadores” de su pueblo, construyeron
edificios, enseñaron cursos sobre cómo pescar, construyeron
lagunas para los peces, etc.
Después de una reunión bastante animada, un joven salio
a pescar ¡y pescó dos grandes peces! Fue honrado tremendamente
por su valentía, y fue invitado por clubes de pesca por todo
el país para hablar sobre su éxito. Así dejó
el campo de pescar para enseñar a otros.”
Fuente: DISCIPULANDO: La Clave para Alcanzar el Mundo
para Cristo, por Christopher David Donaldson, Outreach Press, Christchurch,
Nueva Zelanda, 2003