DOCE TEMAS MISIONEROS EN GENESIS (PARTE 4)
Por Steef Van’t Slot, Ph.D.
Tema 4: El Origen del Pecado. Satanás
contaminó a la Raza Humana.
Como les comentamos en el artículo anterior de nuestra serie
de Doce Temas Misioneros en Génesis, ahora daremos un vistazo
al tema de Satanás como quien dio origen al pecado.
Hay solamente un enemigo del hombre ordenado por Dios, el diablo(1)
y sus seguidores, los ángeles caídos; Dios puso enemistad
entre nosotros y ellos. Ellos son nuestros enemigos reales y han inspirado
toda la enemistad entre los humanos, ya que Dios nunca quiso que la
hubiera. Una de las tácticas de Satanás, siempre ha
sido provocar el mal y luego esconderse y hacer como si no existiera,
casi no aparece abiertamente en el Antiguo Testamento, solamente cuando
Jesús ministró en la tierra, las obras de Satanás
fueron expuestas y deshechas.(2)
Si vemos más de cerca y con detenimiento los pasajes de Isaías
14 y Ezequiel 28, podemos entender más acerca de lo que pasó
en el cielo hace mucho tiempo. En Isaías está escrito
acerca del rey de Babilonia,(3) y él es tipo de Satanás.
Algunas cosas de las escritas en este pasaje, no pueden adjudicársele
a un rey humano, en cambio tienen mucho significado si las aplicamos
a otro tipo de rey; uno a quien se le dio, en el reino celestial;
cierta autoridad y responsabilidad y un poder que usó con fines
egoístas.
En Ezequiel vemos otra descripción tipificada por el rey de
Tiro, de cómo era satanás antes de su caída,(4)
él estaba cubierto de esplendor y gloria inimaginables, Dios
lo llamó querubín guardián y ángel del
Trono.(5) Antes de su caída, este querubín, llamado
originalmente Estrella de la Mañana o Sol del Amanecer, se
vio a sí mismo como el centro del Gobierno Universal. Él
estuvo viendo continuamente a Dios gobernando con autoridad, sentado
en el Trono más alto, ejerciendo todo el poder y recibiendo
toda la gloria, toda la alabanza y toda la adoración. Esto
era más de lo que este querubín podía tener,
el gran esplendor que lo cubría y lo rodeaba, no le bastó;
quería más. Siendo menos que el Altísimo y no
pudiendo obtener más, se puso celoso y se rebeló seduciendo
a una tercera parte de los ángeles para que se le unieran.(6)
Cuando satanás quedó bajo maldición y supo que
un Salvador había sido prometido a la humanidad perdida,(7)
entonces desarrolló su siguiente estrategia: corromper a la
raza humana de tal manera que fuera imposible que ese salvador llegara.(8)
Dios contrarrestó esto, acortando el tiempo de vida del hombre
para limitar su capacidad de pecar y el subsecuente sufrimiento como
consecuencia de su pecado.
En nuestros días está sucediendo lo mismo otra vez por
la misma razón, en la mayoría de las partes del mundo;
las expectativas de vida del hombre han bajado bastante debido a la
pobreza, enfermedad, guerras, hambre, terremotos e inundaciones pues
todas estas cosas guían a la muerte y todo por causa del pecado.
La gente está muriendo ahora a una edad más temprana
que antes.
Donde el pecado aumenta, las expectativas de vida disminuyen. Esta
es una de las leyes que Dios estableció,(9) no una ley de castigo
sino de misericordia, donde el sufrimiento terrenal del ser humano,
es así limitado a menor número de años
La palabra usada en Génesis 6:5, es muy fuerte: “El Señor
vio que la maldad de los hombres era mucha en la tierra y que todo
designio de los pensamientos del corazón, era de continuo solamente
el mal”. Antes de que Dios hablara acerca de la necesidad de
un juicio, Él explicó como la humanidad había
pecado más allá de lo recuperable. En los versículos
11 y 12 leemos acerca de toda la corrupción que había
en la tierra.
La consecuencia de todo esto fue terrible en ese tiempo, el diluvio;
al cual no se debe considerar sólo desde un punto de vista
histórico, sino como Jesús habló de él,
que fue una consecuencia por no haber sido entendidos.(10) Jesús
también dijo que antes de que Él regrese a la tierra,
el comportamiento de sus habitantes será como en los tiempos
de Noé, con decadencia en la moral, aumento del crimen, mayor
contaminación del ambiente, mala conducta, actitudes incorrectas
y el ocultismo metiéndose en todo. Algo más que dijo
Jesús fue: “Cuando venga el Hijo del hombre, ¿Hallará
fe en la tierra?”(11) Esta situación no está mejorando,
así que necesitamos salvar lo que pueda ser salvado. Esta es
nuestra Misión Mundial.
En Génesis vemos otros dos ejemplos del despliegue de corrupción:
el primero cuando Canaán queda bajo maldición,(12) un
milenio más tarde los pecados de sus descendientes son juzgados
a través de Israel pero solo después de que el pecado
de los amorreos llegó al colmo.(13) Dios es lento para la ira
y quiere que ninguno perezca.(14)
El segundo ejemplo que vemos, son los pecados de Judá, primero
se casó con una mujer cananea y después de su muerte
se metió con una prostituta, (su nuera disfrazada) Más
tarde en la historia de Israel vemos que estos pecados se convirtieron
en patrones a seguir.(15) Parte de la población de varones
de Israel cometieron inmoralidad con las mujeres moabitas y también
hubo matrimonios entre ellos en los tiempos de Esdras.(16)
Los papás inculcan patrones de comportamiento en la vida de
sus hijos por medio del ejemplo y las palabras. Los niños,
cuando maduran; eligen si aceptan o rechazan el comportamiento de
sus padres. Si ellos rechazan el estilo de vida de sus padres, decidiendo
no temer a Dios; serán contados como pecadores por su propia
elección, pero si por el contrario sus padres llevan una vida
pecaminosa y ellos, sus hijos deciden volverse a Dios; entonces serán
salvados de sus pecados y justificados por El Señor. El asunto
es arrepentirse, Dios nunca ha rechazado a alguien que viene a Él
con la actitud humilde de un pecador arrepentido.
Invariablemente, cuando el juicio ha llegado es porque consistentemente
no ha habido arrepentimiento.
Referencias
(1) Génesis 3;15 a
(2) Colosenses 2:15, 1 Jn.3:8 b
(3) Isaías 14:4
(4) Ezequiel 28:1-19
(5) 1 Samuel 4:4, Salmos 99:1, Isaías 37:16, etcétera
(6) Apocalipsis 9:1
(7) Génesis 3:15
(8) Génesis 6:1-4
(9) Génesis 6:3
(10) Mateo 24:37-39
(11) Lucas 18:8 b
(12) Génesis 10:24-27
(13) Génesis 15:16 b
(14) 2 Pedro 3:9
(15) Compara la raíz del pecado en Génesis 38 con el
fruto malo del pueblo en Números 25
(16) Esdras 9 y 10