DOCE TEMAS MISIONEROS EN GENESIS (PARTE 3)
Por Steef Van’t Slot, Ph.D.
Tema 3: El Problema con el Pecado del Hombre
Dios creó al hombre para tener comunión con Él,
Él quería a alguien que lo amara y con quien pudiera
compartir Su corazón, Sus bendiciones, Su poder, Su dominio
y aun Su Trono, por lo tanto, creó al hombre con libre voluntad.
Las relaciones que no provienen de una decisión moral libre,
no son relaciones de amor. El hombre fue creado moralmente libre para
poder escoger entre aceptar o rechazar su relación con Dios.
Esta opción fue manifestada por Dios cuando plantó dos
clases de árboles en el Jardín del Edén,(1) e
instruyó al hombre para que no comiera del árbol del
conocimiento del bien y del mal,(2) ya que la desobediencia daría
como resultado la muerte. El hombre tenía la elección
y las consecuencias de escoger erróneamente le fueron descritas
claramente involucrando vida o muerte.
La naturaleza de la tentación de Eva,(3) no difiere de cómo
la gente es tentada hoy en día. Actualmente las personas caen
en los mismos argumentos y muestran la misma negligencia, cuando son
cuestionados acerca de lo que Dios ha dicho.
La caída de Eva, no fue accidental, comenzó con un pecado
premeditado: argumentos bien pensados para deliberadamente comprometer
la acción. No había excusa,(4) al ser tentada,(5) Eva
se vio confrontada consigo misma, con una duda que había estado
en ella consistentemente, acerca de la palabra de Dios y que satanás
había sembrado en su corazón: ¿De verdad Dios
dijo…? Y después, mencionó algo que Dios no había
dicho: que no comieran de todo árbol del huerto. La mujer respondió
de tal manera, que se alejó de lo que literalmente eran las
palabras de Dios, agregando que tampoco ellos podían tocar
el árbol.
El diablo, con sutileza, negó rotundamente la advertencia que
Dios les había hecho acerca de que “seguramente morirían”.
Él distorsionó el significado de las palabras que Dios
les dijo. Para empezar, la muerte a la que Dios se refería:
era la muerte espiritual, separación de Dios; el hombre perdiendo
la oportunidad de relacionarse con su Creador. No solamente la muerte
espiritual ocurrió en ese momento, sino que también
la muerte física se convirtió en una bomba de tiempo
en sus vidas y en las de sus descendientes. De esto, no les habló
satanás.
Su siguiente argumento fue: “Serán como Dios, conociendo
el bien y el mal”. En la actualidad, la gente interpreta esta
verdad a medias, como que “ustedes mismos serán un poco
de dios”.
La humanidad ha descubierto que el duro trabajo de conocer el bien
y el mal, no ha hecho más feliz al hombre, ya que este conocimiento,
no es neutro. Desde el momento en que el ser humano adquirió
conocimiento del pecado, fue atrapado.
La motivación del diablo para tentarlos, es que él,
satanás mismo quería ser como Dios,(6) e inyectó
ese deseo en el corazón del hombre, él proyectó
sus propios deseos hacia el ser humano. El hombre fue creado para
gobernar,(7) así que todo lo que tenía que hacer satanás,
era usar esa necesidad de gobernar, dada por Dios al hombre; para
desvirtuarla con motivos egoístas, ya que el egoísmo
no conoce límites y sobrepasa aun los que Dios ha puesto. El
poder del hombre sólo puede funcionar adecuadamente si se mantiene
dentro de estos límites puestos por Dios, pero satanás
trata de seducir a la gente con deseos que van más allá
de lo que Dios ha escogido para ellos, para que caigan igual que él
mismo.
Satanás usa el mismo patrón de tentación, repetidamente
y la Biblia nos lo advierte muchas veces, desde Génesis 3 entendemos
quien plantó la maldad en el corazón humano; pero el
hombre se convirtió en el campo propicio para recibir estas
malas semillas.
Las consecuencias del pecado del hombre fueron: la conciencia de estar
desnudos, un temor insano hacia Dios, la urgencia de esconderse de
Él; culpabilidad hacia otros y muchas cosas más, culminando
en una muerte espiritual y física.(8)
En Santiago aprendemos que hay dos partes involucradas en la generación
del pecado,(9) el poder tentador del pecado y el propio deseo malvado
del hombre, sobre el cual; él puede y debe gobernar.(10)
Entender esto es vital en el Mundo de las Misiones. Si conocemos a
nuestro enemigo y su limitado poder, tanto como conocemos a Quien
lo derrotó y ganó la victoria para nosotros, entonces;
sí tenemos un mensaje para el mundo.
El pecado de una pareja, afectó a toda la creación,(11)
al hombre y sus descendientes, tanto como a la flora y la fauna. Todo
quedó bajo maldición.(12)
Cuando Caín asesinó a Abel, Dios dijo que el matar trae
maldición.(13) El asesinar es el peor de los pecados y genera
el más fuerte sentimiento o conciencia de culpa, la única
manera de lidiar con esto además de arrepentirse, es justificarse
a uno mismo y como consecuencia cuando no hay arrepentimiento, viene
un endurecimiento del corazón. Caín escogió no
arrepentirse y dejar la presencia de Dios, después de lo cual;
él fundó su propia línea de descendientes impíos.(14)
Más tarde Noé maldijo a Canaán por el pecado
de Cam,(15) Canaán heredó esa maldición porque
Cam no se arrepintió de su impureza y debido a esto la raíz
del pecado continuaría inadvertida, envenenando a las generaciones
que vinieron después de él.
Dios agregó una cláusula en Su promesa a Abraham:(16)
Maldecir al escogido del Señor, fuera un solo individuo o una
nación entera, haría que tal maldición regresara
sobre las cabezas de quien o quienes la pronunciaran.(17)
La idolatría lleva a la muerte mucho antes de tiempo, para
que no se cumpla el destino. Raquel por ejemplo, robó los ídolos
de la casa de su padre, ella no pudo abandonar la contaminación
espiritual con la cual creció. Jacob sin saber esto, pronunció
muerte sobre quien lo hubiera hecho.(18) No mucho tiempo después,
ella murió al dar a luz, sin alcanzar las tiendas de Isaac,
su hogar prometido.(19) Aunque la familia se deshizo de todos los
dioses ajenos,(20) no leemos en alguna parte que se hayan arrepentido,
con lo cual la maldición de Jacob sobre Raquel podría
haber sido rota. En las Escrituras, vemos casos en donde el castigo
se disminuyó, cuando el infractor se arrepintió.(21)
En el siguiente tema trataremos más detenidamente acerca de
Satanás quien originó el pecado.
Referencias
(1) Génesis 2:9
(2) Génesis 2:16-17
(3) Génesis 3
(4) Romanos 1:20 b
(5) Génesis 3:1-5
(6) Isaías14:13-14
(7) Génesis 1:26-28
(8) Génesis 3:10, 3:8, 3:13-14
(9) Santiago1:14-15
(10) Génesis 4:7 b
(11) Génesis 3:14-1
(12) Romanos 8:19-21
(13) Génesis 4:8-13
(14) Génesis 4:17-24
(15) Génesis 9:20-27
(16) Gn.12:2
(17) Gn.27:29 b
(18) Gn.331:32
(19) Gn.35:16-20
(20) Gn.35:2-4
(21) 1Re 21:20-29 o Jonás