DOCE TEMAS MISIONEROS EN GENESIS (PARTE 2)
Por Steef Van’t Slot, Ph.D.
Tema 2: Enviado, pero: ¿Para hacer
qué? El Mandato
El primer envío del cual leemos en Génesis, es el mandato-creación,
en el cual el hombre es comisionado para gobernar, ser fructífero,
multiplicarse, llenar la tierra y sojuzgarla. Este mandato implicaba
el trabajar el Jardín y cuidar de él. El mundo misionero
involucra el alcanzar al hombre para que sea salvo (espiritual y físicamente),
así como el tener cuidado de la flora, la fauna y el medio
ambiente
El mandato-creación, no se canceló después de
la caída, sino que debido a ésta, su ejecución
ahora encontraría obstáculos: Habría dolor en
dar a luz hijos, en las relaciones matrimoniales, en la reproducción
agrícola y en el lugar de trabajo, (trabajo duro).
El mandato post-Diluvio nos recuerda el mandato-creación, aunque
parece haber perdido su brillo original. El primer significado para
“gobernar” fue: “Servir a lo que te era confiado”,
pero degeneró en “señorear sobre”; mas cuando
Jesucristo apareció en la tierra, El restauró la perspectiva
correcta de lo que es el liderazgo en Dios.
Comenzando con Abram, el mandato se enfocó en bendecir a través
de él a todas las familias de la tierra. Este mandato se repitió
por revelación de Dios, a Isaac y a Jacob.
Antes de que Abraham, como “tipo” de Dios El Padre, se
convirtiera en alguien que envía, él tuvo su propio
ministerio: Adoró al verdadero Dios, liberó a los cautivos,
diezmó a Melquisedec, testificó al rey de Sodoma, intercedió
por los perdidos de su tiempo, oró por la sanidad de la casa
de un rey pagano y fue preparado para sacrificar a Isaac.
Abraham como primer humano que envía:
El envió a Eliezer para encontrarle novia a Isaac. Esto tipifica
como Dios El Padre envió al Espíritu Santo para encontrar
una Novia: La Iglesia, para Su Hijo. Eliezer oró antes de encontrarse
con Rebeca. El Espíritu Santo intercede por los santos.
Antes de que Isaac, “tipo” del Hijo de Dios, se convirtiera
en uno que envía, el también tuvo un ministerio: Aceptó
ser sacrificado, recibió a su novia de otro lugar, oró
por su esposa, recibió del Señor la revelación
de que la bendición de Abraham, ahora estaba sobre él,
adoró al verdadero Dios y engendró dos pueblos (figuras
de la iglesia verdadera y la iglesia falsa creciendo juntas hasta
que tomaron caminos separados).
El segundo que envía, Isaac:
Similar a Abraham, Isaac envió a Jacob para que se buscara
una esposa, fuera de Canaán.
Es de significancia tipológica la separación entre hermanos.
Esaú representa el Cristianismo Carnal del cual Jacob tuvo
que separarse, pues no debía contaminarse con la atmósfera
llena de idolatría de los Cananeos, en la cual Esaú
se había acomodado.
Antes de que Jacob se convirtiera en uno que envía, él
también mostró características ministeriales:
conoció a Dios y recibió la bendición de Abraham
e Isaac, encontró a su esposa fuera del mundo de Canaán,
creció en una familia que traería avance a la nación
de Israel, mostró cuidado pastoral por sus rebaños,
tanto como por su “familia-rebaño”, oró
por su familia.
Jacob representa el Cristianismo verdadero, pero Dios tuvo que lidiar
con él, para liberarlo de su vieja naturaleza.
El tercero que envía, Jacob:
En esta historia encontramos el valor tipológico más
fuerte de Génesis, ya que Jacob, (representando a Dios el Padre)
envió a su amado hijo José, (representando a Jesucristo)
a ver por sus hermanos. Los hermanos representan la humanidad perdida
la cual Jesucristo vino a salvar. En un sentido, José más
tarde; también “salvó” a sus hermanos.
El ministerio de José fue más parecido al de Cristo
de lo que había sido el de sus 3 ancestros. José manifestó
varias características de Jesús: Sus hermanos tuvieron
envidia de él y también se sintieron amenazados por
él, como le sucedió a Jesús con su familia física
y los Fariseos. José fue llamado en sueños a gobernar
y así también Jesús, por ordenanza divina. José
tuvo que ser despojado de su riqueza y posición para convertirse
en esclavo antes de que él pudiera gobernar, de la misma manera
que ocurrió con Jesús. En el caso de José, parece
como si él hubiera renunciado a su vida, Jesús, de hecho;
lo hizo voluntariamente. José y Jesús fueron tratados
injustamente en muchas ocasiones, José podría haber
abusado de su posición favorecida en la prisión para
causar una rebelión y escapar, pero no lo hizo; similarmente,
la oración de Jesús en el Getsemaní, podría
ser considerada como un deseo de escapar, pero Él, en cambio;
prefirió hacer la voluntad de Dios. José predicó
en la prisión, anunciando libertad para el copero y condenación
para el panadero; Jesús predicó a los espíritus
encarcelados. Después de su humillación José
fue elevado al 2º lugar más alto de Egipto, Jesús recibió
la posición a la derecha del Poder de Dios. José recibió
un nuevo nombre de parte del Faraón: Zafnat-panea, (“salvador
del mundo”); él salvó a la gente de su hambre
física, mientras que Jesús, Salvador del Mundo, provee
salvación para la gente pero de su hambre espiritual y Él
recibió un Nombre que es sobre todo nombre. Después
de un período considerable de tiempo, José se dio a
conocer a sus hermanos. Jesús se dará a conocer a Sus
hermanos de raza, los judíos. José perdonó a
sus hermanos, como Jesús lo haría más tarde.
José el cuarto que envía:
Jesús, enviado por el Padre, envió después a
sus discípulos a alcanzar a las naciones con El Evangelio,
El Enviado Principal, se convirtió en Él que envía.
José, también enviado por su Padre, se convirtió
en uno que envía, él envió a sus hermanos a traer
a Benjamín y les dijo que no verían su rostro otra vez,
a menos que trajeran a su hermano menor. Jesús dijo que Él
regresaría hasta que El Evangelio del Reino hubiera sido predicado
en todo el mundo, antes que el fin venga. Los últimos convertidos
de las naciones tendrán que entrar antes de que veamos a Jesús
nuevamente.