100 NUEVOS MISIONEROS
La visión de enviar a 100 nuevos misioneros
de Amistad Cristiana a los lugares menos alcanzados del mundo dentro
de los próximos años. Añadiendo nuestro granito
de arena para completar la Gran Comisión.
por kerry a. olson
Mi esposa, Janyce, y yo tuvimos el privilegio de llevar a un grupo
de 23 personas de nuestra congregación, al magno congreso de
COMIBAM 2006 que se llevó a cabo el año pasado en la
ciudad de Granada, España. (COMIBAM es la Cooperación
Misionera Iberoamericana). Sin excepción, los 2,500 iberoamericanos
que asistieron fueron tocados y retados a involucrarse en el cumplimiento
de la Gran Comisión.
Al asistir al congreso, el Lic. Nahum Navas, director general de Amistad
Cristiana, comentó que se sintió “chiquito”
al escuchar muchos de los testimonios de lo que Dios está haciendo
en todo el mundo a través de misioneros latinos. Para Nahum,
el impacto fue tal que me hizo el siguiente comentario (Nahum es visionario
y a menudo “habla en voz alta”): “Kerry, me gustaría
enviar al 10% de nuestra congregación a las misiones.”
Al escuchar esto, la verdad es que me puse muy contento y muy espantado
a la vez, debido a que en nuestra congregación, somos unos
9,000 adultos, sin contar a los niños. Le respondí de
inmediato: “¿Por qué no comenzamos con el envío
de 100 misioneros?”
Enviar a 100 misioneros en un máximo
de diez años… ¡es posible!
El número 100 no es una cantidad extraña para
mí, ya que mi congregación que me envió como
misionero a México, (Bethany Missionary Church, en Minneapolis,
Minnesota, en los E.E.U.U.), hace 60 años estableció
el objetivo de entrenar, enviar y sostener a 100 misioneros. Cuando
esta visión fue proclamada por el pastor Ted Hegre, la pequeña
congregación tenía tan sólo 10 miembros, o sea
5 parejas, incluyéndolo a él y a su esposa. La meta
fue rebasada desde hace ya muchos años. La congregación
nunca ha sido grande, lo más que ha llegado a tener son sólo
unos 600 miembros, pero sigue siendo una congregación de mucha
visión misionera.
En Amistad Cristiana, somos muchísimos más, así
que fácilmente puedo decir: ¿100 misioneros? Con la
ayuda de Dios, ¡Claro que se puede!
Calidad, no cantidad… ¡Vamos por
los menos alcanzados!
Pero en nuestro caso, enviar a 100 misioneros no es el enfoque
principal. No queremos caer en la trampa de “enviar por enviar”.
Nuestro enfoque principal no tiene que ver tanto con la cantidad,
sino con la calidad. Se refiere a dos cosas, obviamente a la calidad
de los obreros que enviaremos, pero también es importante que
vayan a donde se encuentran quienes menos tienen la oportunidad de
conocer a Jesucristo.
Ya basta con el envío de “misioneros” a donde ya
está bien establecida la Iglesia. Evangelismo, es levantar
la Iglesia donde está. Misiones, es levantar la Iglesia donde
no está. Como fue la pasión del apóstol Pablo,
en Romanos 15:20: “Y de esta manera me esforcé a predicar
el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar
sobre fundamento ajeno.” Es necesario que pensemos estratégicamente,
fijándonos en los lugares donde la presencia de la Iglesia
es nula o apenas está echando raíz; nuestro enfoque
es hacia China, India y el Mundo Islámico, que juntos representan
la mitad de la población mundial.
Gracias a Dios, ya tenemos obreros en cada una de estas regiones.
Si para el año 2017 enviáramos 60 o 160 nuevos misioneros
al campo, no me importa. Otra vez, el enfoque no es tanto la cantidad,
sino la calidad; es enviar misioneros a los lugares donde más
se necesitan: a los menos alcanzados del mundo.
¡Los números son interesantes!
Se estima que la cantidad de “cristianos nacidos de nuevo”
en América Latina es ¡de 50 a 70 millones! En contraste,
Carlos Scott, presidente de COMIBAM, envió recientemente un
informe calculando que la cantidad de misioneros iberoamericanos actualmente
es de tan sólo 10,000.[1]
En COMIBAM 2006, de los 2,500 participantes, que representaban a diferentes
países de América Latina, incluyendo España y
Portugal, 25 éramos de Amistad Cristiana. Exactamente el uno
por ciento del total de participantes. Y fuimos la congregación
con mayor representación en el evento. Es interesante notar
que si hay 10,000 misioneros latinos actualmente en el campo y nosotros
tenemos la meta de enviar a 100, esta cantidad viene siendo el uno
por ciento también.
Aun así, si son 60 millones de cristianos tan sólo en
América Latina, para tener el uno por ciento de misioneros
tendría que haber 60,000, no los 10,000 que hay actualmente.
Y esto sólo para llegar al uno por ciento.
Otra manera de ver las estadísticas actuales de América
Latina es, que ¡existe un misionero por aproximadamente cada
60,000 cristianos nacidos de nuevo! Si una congregación promedio
en México tiene unos 133 miembros (según datos de VELA
[2]), sólo hay un misionero enviado por cada ¡451 congregaciones!
Amistad Cristiana “San Felipe” tiene 9,000 adultos en
asistencia todos los domingos. Nuestra participación, según
estas estadísticas sería el envío de 6.6 misioneros;
sin embargo, en la actualidad tenemos 15 misioneros de tiempo completo;
o sea, más del doble del promedio nacional.
Y no nos conformamos con sólo 15. Las palabras de Jesús
siguen vigentes hoy en día: “La mies es mucha, mas los
obreros pocos”. La respuesta bíblica no ha cambiado:
“Rogad, pues, al Señor de la mies ¡que envíe
obreros a su mies!”
Nuestro socorro ¡no viene del Norte!
A menudo escucho las excusas de que “no tenemos fondos”,
“no da para la obra misionera”, “la gente no diezma”.
Demasiadas organizaciones misioneras e iglesias latinas, por esas
razones continuamente están buscando subsidios y apoyos de
otros lugares, específicamente del “otro lado”.
Pero debemos recordar que nuestro socorro no viene del Norte.
Aunque nos falta mucho todavía, estoy muy orgulloso de Amistad
Cristiana; de su compromiso, su enfoque hacia al servicio y de su
espíritu de generosidad. Aquí apoyamos a nuestros misioneros
más que en cualquier otra congregación que yo conozca;
y conozco muchas. Amistad Cristiana es una prueba viviente de que
una congregación latina sí puede enviar y apoyar a sus
propios misioneros. Es cuestión de compromiso y de tener una
visión más allá de las cuatro paredes de la congregación.
Cuando entendemos que tenemos una visión, ésta se convierte
en una misión (la misión de la Gran Comisión).
Y si tenemos visión y misión de parte de Dios, podemos
confiar en su provisión. ¡Nuestro socorro viene de arriba!
Dios nos ha preparado para esta obra
Como congregación, somos conocidos por no ser religiosos,
y sabemos que éste es el mensaje que necesita México...
y América Latina..., es el mensaje que necesita el mundo entero.
La gente no necesita el cristianismo, sino a Cristo. Dios nos ha usado
para predicar su Palabra independientemente de cualquier credo religioso;
y con eso nos ha preparado de antemano para la obra misionera, porque
sabemos llevar las Buenas Nuevas de una manera no religiosa. Ahora
nos toca hacerlo, cruzando barreras culturales, al ir a los lugares
donde están los menos alcanzados del mundo.
Lo que se necesita, es compartir el Evangelio de una forma contextualizada
(o sea, de acuerdo al entorno del lugar; tanto lingüístico
como político, histórico y cultural), en el poder del
Espíritu Santo, sin el bagaje “denominacional”
o religioso, viendo el ministerio de Jesús no sólo proclamado,
sino demostrado. El Espíritu Santo nos capacita y nos da su
poder. Y Él se encargará de convencerlos de su error.
Nuestra parte consiste en obedecerle.
El versículo lema de Familia Amistad Cristiana es Juan 17:3:
“Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único
Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.” Nuestro
anhelo es conocer a Dios y darlo a conocer. La consecuencia de conocer
a Dios y su Palabra es identificarnos con Su tarea de ir por todo
el mundo y predicar el Evangelio.
El fundador de Amistad Cristiana, el doctor Idilio Pardillo, decía
en una conferencia hace algunos años: “La congregación
que no está involucrada en misiones, no está completa”.
¡Que Dios nos ayude a involucrarnos plenamente en su obra de
alcanzar a México y a todo el mundo con las Buenas Noticias!
[1]. ¿Hacia a donde va COMIBAM Internacional?:
Ejes Estrategicos de Trabajo, por Carlos Scott y Jesus Londoño
(http://www.comibam.org/docs/haciadondevacomibam.pdf)
[2]. Visión Evangelizadora de América Latina.