¿QUÉ SI LOS ELEFANTES PUEDEN
BAILAR CON LOS RATONES?
por Mirian Adeney
¿Sabes lo que dejas en el campo después de que vas a
misiones a corto plazo?
¿Sabes qué se queda sintiendo tu anfitrión después
de que visitaste su país?
Considera las lecciones de esta fábula, que habla acerca de
un elefante que se puso a bailar de gusto.
“Cuando los elefantes bailan”
Una reflexión acerca de misiones transculturales a corto plazo
Una historia que ilustra los problemas que pueden darse cuando los
americanos hiper-exuberantes llegan a un lugar con el deseo de conquistar
el mundo, e interactúan con cristianos de otras culturas.
“¿Le gustaría saber lo que es hacer misiones con
norteamericanos? Permítame contarle una historia”, decía
David Coulibaly, un líder cristiano del país de Mali,
en África occidental.
El elefante y el ratón eran muy buenos amigos. Un día,
el elefante dijo: “¡Ratoncito, vamos a hacer una fiesta!”.
E invitaron a diferentes animales de toda la región, que se
reunieron con ellos. Con gusto y muchas ganas comieron, bebieron,
cantaron y bailaron... ¡Pero nadie celebró más
exuberantemente que el elefante!
Al terminar la fiesta, el elefante, feliz, exclamó: “Ratoncito,
¿habías estado en una fiesta mejor que ésta?
¡Qué divertida estuvo!”... Pero el ratón
no contestó. El elefante gritó: “¿Dónde
estás ratoncito?”... El ratón no contestó.
El elefante se volteó, y con una expresión de horror
vio que un paso atrás estaba el ratón muerto, enterrado
en la tierra, aplastado por la exhuberancia de su amigo el elefante.
“A veces hacer misiones con norteamericanos es así,”
concluyó el líder africano, “es como bailar con
un elefante.”
Usado con permiso del Dr. Howard Culbertson
http://home.snu.edu/%7Ehculbert/dance.htm
Fuente: The Mobilizer Vol. 10, Fall 2000
LOS EFECTOS NEGATIVOS DE LAS MISIONES TRANSCULTURALES A CORTO PLAZO.
DOS CASOS DE ESTUDIO
CASO # 1
Un grupo de jóvenes viajaron de Norteamérica a Guyana,
en el sur de América, donde construyeron una iglesia en tres
semanas. Con gozo presentaron el edificio nuevo a la gente del lugar
y regresaron a casa. Dos años después, un mensaje fue
enviado desde Guyana a Norteamérica: 'El techo de tu iglesia
está goteando, favor de venir y arreglarlo.'
En este caso, lo que el grupo de misiones a corto plazo había
ignorado era que, cuando se hacen misiones transculturales, es importante
asegurarse de que el grupo visitado tenga un sentir de “pertenencia”
sicológica con lo que se les da.
CASO # 2
En África occidental, un voluntario joven trabajó un
tiempo con un misionero, que también era doctor e iniciador
de nuevas iglesias. En esa época, el misionero había
estado animando a la congregación africana a involucrarse en
el área de evangelismo y misiones mundiales. Un día,
el pastor africano le contó emocionado al misionero que la
ofrenda misionera había aumentado de cuarenta y cinco dólares
anuales a sesenta y un dólares. La congregación se gozó
mucho. La respuesta a ese llamado, sirvió para motivar a la
congregación para levantar otra congregación hija, en
un pueblo vecino a unos kilómetros de distancia.
Ante este hecho, el joven voluntario de América se sintió
tan conmovido por el pastor y la congregación local, que haciendo
un gran sacrificio, con un corazón bondadoso, les dio un donativo
de $6,800.00 dólares para construir un nuevo edificio.
Y lo que resultó fue terrible: el pastor africano quitó
sus ojos de lo que su congregación había hecho y empezó
a buscar más donativos grandes de parte de extranjeros. El
misionero fue desbastado cuando vio fracasar su esfuerzo de promover
el auto-financiamiento de la iglesia local.
Es necesario que los que están involucrados en misiones a corto
plazo entiendan la importancia de ser, y no sólo de hacer.
(Fuente: Glenn J. Schwatrz, World Misión
Associates)