1. Ore de manera específica
Considerando que el ministerio del misionero y las circunstancias
son únicas, cada misionero tendrá sus propias peticiones
de oración. Estas peticiones posiblemente se mencionarán
en la carta que se reciba de él, o tal vez se mencionen del
púlpito. Asegúrese de escribir las necesidades especiales
que se mencionen.
2. Ore por la salud del misionero
Los misioneros trabajan muchas horas, mantienen horarios difíciles,
y muchos viven en climas poco hospitalarios. Las comidas exóticas
y el agua pueden provocar enfermedades. La higiene muchas veces no
es la mejor. En muchos casos no se cuenta con ayuda médica
inmediata. Ore que el misionero puede tener descanso, alimentación,
y fuerzas adecuadas para el trabajo.
3. Ore por la seguridad del misionero
Muchos misioneros tienen que viajar constantemente como parte de su
trabajo. El medio de transporte puede ser un avión o un caballo.
Algunos deben moverse en ciudades muy pobladas y con un tráfico
muy arriesgado; otros viajan en rutas agrestes o senderos en las montañas.
Un accidente puede causar heridas, demoras en el ministerio, complicaciones
legales, o muerte. Ore por la seguridad del misionero. En muchos lugares
del mundo se vive la amenaza del terrorismo. Las fuerzas que se proponen
detener la propagación del evangelio se confabulan contra el
misionero. Ore que haya paz en las áreas de conflicto y que
Dios proteja a sus hijos.
4. Ore por el buen éxito del ministerio
del misionero
Los misioneros necesitan visa para entrar en la mayoría de
los países. Cuando quieren comenzar una nueva obra o un proyecto
de construcción, con toda seguridad necesitarán un permiso
especial. Ore que la obra de Dios no sea obstaculizada por la burocracia
o por personas que no están dispuestas a ayudar. En muchos
países, las tareas de todos los días pueden ser demoradas
y frustrantes. Uno puede tardar horas para hacer algo tan sencillo
como las compra en el supermercado o el envío de una encomienda
por correo. Ore que los misioneros puedan tener el conocimiento y
contar con los recursos necesarios para realizar su trabajo con rapidez
y eficacia. Ore que nunca les falte el alimento y lo necesario para
otras necesidades.
5. Ore por las necesidades espirituales del
misionero
El hecho de haber respondido a un llamado, no quiere decir que el
misionero sea un súper santo. Ellos necesitan la presencia
de Dios que constantemente los anime, la sabiduría de Dios
que los dirija, y la unción de Dios que los ayude a desarrollar
un ministerio eficaz. Un misionero tiene grandes responsabilidades.
Debe alimentar a los que tienen hambre espiritual. Con frecuencia
se les pide consejo y orientación en situaciones difíciles.
Tales demandas agotan su reserva espiritual. Ore que dependan del
Espíritu Santo para ser renovados y que establezcan una relación
de apoyo con los demás misioneros.
6. Ore por las necesidades emocionales del
misionero
En un momento u otro el misionero se sentirá atacado por la
soledad y la nostalgia. Mientras la familia en sus propios países
celebra nacimientos y bodas, el misionero puede gozar la experiencia
una vez que ya ha sucedido. Los misioneros que sirven en regiones
apartadas muchas veces están solos durante las festividades.
Ore que Dios envíe su Espíritu Santo y amigos especiales
que los animen en los momentos difíciles. Como todas las personas,
el misionero también experimenta frustraciones, temor, y desánimo.
Ore que encuentre las maneras adecuadas de desahogar esas emociones
y que encuentre apoyo en otros creyentes.
7. Ore por la adaptación cultural del
misionero
Todo país tiene sus propias costumbres, leyes, expresiones,
estilos, y maneras. Lo que se considera propio en un país puede
ser ofensivo en otro. Para tener un ministerio eficaz, el misionero
debe apreciar y adaptarse a la cultura de la gente a quien sirve.
8. Ore por las relaciones familiares del misionero
Un ambiente desconocido y un estilo de vida diferente, y la falta
de vías de desahogo, puede causar tensiones aun en los matrimonios
más sólidos. Un matrimonio bajo presión obstaculiza
el ministerio. Ore que cada matrimonio misionero mantenga buena comunicación
y gozo en su relación.
9. Ore por los hijos de los misioneros
Financieramente y emocionalmente puede ser difícil para los
padres proveer a los hijos de estabilidad en el hogar y una buena
educación cuando se vive en otra cultura. Los hijos a veces
deben ir internos a una escuela, generalmente en otro país.
Esas separaciones son difíciles para toda la familia. Ore que
Dios dé sabiduría a los padres para criar a sus hijos.
Ore que los hijos desarrollen sólidas relaciones de amistad
con otros jóvenes cristianos y con el Señor. Ore también
por los hijos de misioneros que ya son adultos. Quienes vuelven a
sus países para estudiar en la universidad o para trabajar
y que enfrentarán la separación de sus padres y un difícil
tiempo de ajuste cultural.
10. Ore por los misioneros solteros
Los misioneros solteros enfrentan los mismos desafíos que sus
colegas casados, pero están solos y la soledad se agudiza aún
más. Ore que la presencia de Dios los reconforte.
11. Ore por las relaciones entre misioneros
Los ministros que viven en los Estados Unidos, o sus propios países
pueden seleccionar las personas con quienes quieren mantener amistad.
Los misioneros que están en el campo no tienen ese privilegio.
Cuando las personas trabajan juntas todos los días, las diferencias
de opiniones pueden convertirse en un asunto de mayor importancia.
Ore que los misioneros puedan trabajar juntos en unidad y comprensión.
12. Ore por las relaciones del misionero con
los ministros del país
Muchos misioneros sirven en áreas donde el mensaje del evangelio
no es aceptado y es malinterpretado. Los inconversos podrían
responder con sospecha y hostilidad. Es posible que aun entre los
creyentes el misionero pudiera tener dificultad para establecer relaciones.
En algunos países donde la iglesia nacional es fuerte y está
bien organizada, el misionero puede trabajar como maestro, evangelista,
o fundador de iglesias bajo la dirección de los líderes
nacionales. Para los misioneros que han dedicado muchos años
de su vida a funciones de liderazgo, el cambio de trabajo requerirá
algunas modificaciones. Ore que los misioneros mantengan un espíritu
de amor y de servicio.
13. Ore por los misioneros durante su gira
de visitas a las iglesias
El regreso a casa para visitar iglesia puede ser una etapa muy difícil
para los misioneros. “El hogar” ha cambiado mientras ellos
estuvieron lejos. Algunos miembros de la familia han nacido y otros
han muerto. La iglesia que los respalda tal vez tiene un nuevo pastor
o tal vez hay muchos miembros que ellos no conocen. La moda, la música,
y también la manera de hablar cambió mientras ellos
estuvieron lejos. Los estilos de adoración y la duración
de los servicios son muy diferentes. Los misioneros podrían
sentirse muy confundidos y posiblemente necesitarían un tiempo
para adaptarse a los cambios. El tiempo de visita a las iglesias no
es una vacación. Debe visitar cada iglesia que lo apoya para
reunir el financiamiento de un nuevo presupuesto. Para la mayoría
de las familias, esto significa que el padre viajará y la madre
se quedará en casa para cuidar que los niños vayan a
la escuela. Para los hijos, ir a una nueva escuela y establecer nuevas
amistades puede ser una experiencia difícil e intimidante.
Ore que Dios dé fortaleza, comprensión, y adaptabilidad
a los misioneros durante el tiempo que pasen en su país.
14. Ore fielmente
Muchas iglesias se enfocan en la oración por los misioneros
durante las convenciones o cuando un misionero visita la iglesia.
Algunas oran cuando reciben una carta desde el exterior. Pero si no
reciben información con regularidad, suponen que el misionero
no necesita oración. La falta de noticias no significa necesariamente
buenas noticias. Es posible que la correspondencia se atrase o hasta
se extravíe por muchas razones, aún las que siguen:
la enfermedad y hospitalización del misionero, una huelga del
servicio de correos, un empleado de correos que roba las estampillas
y se deshace de la correspondencia, y una guerra civil que detiene
el servicio de correos. Por eso no deje de escribir, aunque no reciba
respuesta. Aunque hoy tenemos la ventaja de la informática
muchas veces también esto se hace complicado en el envío
de mails. Ore por los misioneros sea que estén viviendo un
avivamiento o que no tengan mucho progreso del cual informar. En algunos
países, muchas personas vienen a Cristo. Los misioneros en
esos lugares necesitan oración para poder realizar una eficaz
obra de discipulado. En otras partes del mundo, hay pocos que se convierten
o sencillamente no hay conversiones. En esos lugares los misioneros
están sembrando la semilla del evangelio, y necesitan oración
especial para perseverar.
15. Siga la dirección del Espiritu
Santo.
Un misionero tuvo que pasar la noche en el instituto bíblico
de las Asambleas de Dios de otro país. En ese lugar se había
desatado una guerra civil, y la escuela estaba en el centro mismo
del conflicto. Los edificio estaban marcados con el impacto de balas,
y en cierto momento la manzana que el misionero tenía en la
mano fue atravesada por un proyectil. Él sabía que su
vida peligraba porque si los guerrilleros lo encontraban, lo ejecutarían.
Durante la noche, el Espíritu Santo dijo a un ministro en Arkansas
que debía orar. Varias veces el Espíritu Santo lo despertó
con el pensamiento de que este misionero estaba en peligro. Cada vez
se levantó y clamó al Señor por la protección
de este misionero. En el lugar del conflicto, los ejércitos
se detuvieron en los límites de la propiedad del instituto
bíblico. Los edificios no sufrieron mucho daño, y el
misionero estaba a salvo. Él atribuye su protección
a la oración. Cuando el Espíritu Santo nos dirige a
orar por un misionero, debemos obedecer de inmediato. Su oración
puede salvar una vida.